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El Terapeuta

 

En la Psicoterapia Breve el terapeuta es un facilitador del cambio y por ende es parte responsable del proceso de terapia. Entonces, es deseable que se concentre en blancos específicos del sufrimiento de las personas y en lo que ellos están dispuestos a cambiar.

Para poder ser un agente del cambio, el terapeuta debe contar con ciertas competencias psicoterapéuticas:

Cortar la terapia a la medida

El terapeuta debe esforzarse por crear una terapia nueva para cada paciente. Así  Terapeuta y consultante  deberían poder adaptar una mirada común frente al problema. Cuando paciente y terapeuta coinciden en la meta y el procedimiento, la motivación de ambos crece.

 

Empatía

Se la define como la habilidad sensible del terapeuta y su voluntad de entender los pensamientos, sentimientos, y luchas del punto de vista de las personas. Es la habilidad de ver completamente a través de los ojos del consultante, adoptar su marco de referencia. Significa entrar en el mundo perceptual privado del otro, siendo  sensible, momento a momento, a los significados perceptivos cambiantes que fluyen en esta otra persona. Eso significa sentir los significados de lo que él o ella están dándose cuenta apenas. El terapeuta reflexiona  “Soy humano y nada humano me es ajeno”.

 

Estilo personal del terapeuta

Cada terapeuta ejerce su rol de manera particular, ya sea, por su historia, modo de comunicación, situación vital y posición socio-profesional. Por lo que el estilo Personal del terapeuta es un conjunto de condiciones singulares que conducen a un terapeuta a operar de un modo particular en su tarea. Se refiere a las características habituales que cada terapeuta impone en su tarea como resultado de su peculiar manera de ser, más allá del enfoque de trabajo que utilice y de los requerimientos específicos que le exija la intervención. Ésta nunca es definitiva, sino que debe ser concebida como un proceso que dura lo que dura la vida profesional activa del terapeuta.

 

El Terapeuta como contexto

Una vez iniciado el proceso de psicoterapia, el terapeuta es parte del contexto que rodea a la persona, debería ser la parte más flexible de éste, la parte más capaz de cambiar para  que se produzcan cambios. Por otro lado, algunos de los aspectos que el terapeuta aporta son: su fe en los principios de la terapia que practica y sus expectativas respecto a lo que el cliente puede lograr: su disposición a jugarse y hacer todo para sacarlo a flote, y su capacidad personal en sentido amplio. Finalmente, es importante para el resultado terapéutico que el terapeuta crea que muy posiblemente pueda ayudar, y que además realmente quiera hacerlo por razones que trasciendan su relación con el cliente.

 

Congruencia/
Genuidad 

El psicoterapeuta es un hombre abierto a su propia experiencia, que no disfraza ni rehúye; que se hace cargo de ella, la sufre y goza, la acepta y crea con ella. El proceso psicoterapéutico atañe al psicólogo tanto como al consultante. Los dos se arriesgan. A los dos les va lo mismo: encontrarse o perderse. La congruencia tiene dos facetas. La primera es la integración personal del terapeuta en la relación, que “es libremente y profundamente él mismo, con su actual experiencia precisamente representada por su consciencia de sí mismo”, La segunda faceta caracteriza la capacidad del terapeuta para comunicar su individualidad o condición de persona al otro, como apropiado

 

Consideración positiva

El psicoterapeuta cree, acepta, sin condiciones al paciente tal y como es. No es que, ajeno a él, le deje ser. Al contrario, establece en el encuentro personal y con su aceptación las condiciones para que el paciente pueda buscarse y atreverse a ser él mismo.

 

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